Una de las funcionalidades de las tabletas que más atraen a los niños es el poder ver contenidos audiovisuales en ellas. Películas, streaming de televisión, Youtube o usar apps de canales con vídeos y capítulos de sus series favoritas son algunas de las acciones que para muchos niños constituyen un porcentaje muy alto del tiempo que pasan ante una pantalla táctil.
Para muchos niños el tablet es sinónimo de Clan, Boing o YouTube y para muchos padres esta analogía supone una preocupación ya que lo que los divulgadores les habíamos vendido como un producto para aprender y divertirse se convierte en una extensión de la caja tonta.
Muchas veces la tableta se convierte en una extensión de la caja tonta.
Los de la Generación EGB vivimos como nuestros padres negociaban, o imponían, las horas de consumo de televisión. Bien es verdad que en esa época los contenidos para niños solo se emitían las tardes después del cole, los fines de semana después de comer o la mañana de los sábados con La Bola de Cristal. Si hubiéramos tenido la posibilidad de acceder a películas infantiles y dibujos animados a cualquier hora del día la historia hubiera sido bien diferente, casi como la que tenemos ahora los que hemos sido padres en el siglo XXI.
La historia se repite
La popularización de los videojuegos a mediados de los 90 con la llegada de la Playstation, llevó a muchos padres a colocar una tele en la habitación de sus hijos para que no monopolizaran la del salón. Esta aparente tranquilidad para la familia creó importantes barreras entre padres e hijos ya que los primeros desconocían por completo el modo de entretenimiento de sus hijos y dificilmente iban a poder guiarlos y compartir con ellos espacios de juego.
Que la tableta sea portátil complica enormemente la situación ya que la mayoría de los niños trasladan la pequeña televisión a su habitación y volvemos a estar como hace 20 años, sin saber qué ven en el aparatito.
¿Hay solución?
Para muchos padres el tablet en manos de sus hijos es sinónimo de tranquilidad. Basta ir a un restaurante familiar un fin de semana cualquiera para comprobar que en muchas mesas mientras los adultos charlan animadamente los niños comen mirando embobados a una pantalla. Una vez más la nueva niñera digital usada como pequeña televisión. para que los niños «no molesten».
La actitud pasiva que requieren las apps de televisión contrasta con la interactividad y el dinamismo que predomina en las apps infantiles de calidad. Cuando en nuestra tableta abundan aplicaciones divertidas de juego, de historias, de música, de construcción o de comunicación estaremos ofreciendo a los niños una alternativa a las apps de televisión. Si decidimos descargar solo versiones gratuitas de aplicaciones, repletas de anuncios, compras integradas y calidad más que dudosa, las apps televisivas tienen todas las de ganar.
Por daros algunas ideas, probad Mario abecedario, Dada Trains, Petting Zoo o algún juego de mesa para tableta y veréis como el uso de la tableta como televisión se reduce paulatinamente. Y siempre que sea posible, jugad con ellos, ya sea en la tableta, en la consola, en la mesa de la cocina o en la calle, estaréis fortaleciendo vuestros lazos y disfrutando de grandes momentos independientemente del soporte.
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[…] a la tablet viendo vídeos, un elemento del que ya hablamos que no deberíamos abusar de usarlo como televisión, es una constante en muchas familias. Marcar tiempos de uso es algo que ya hacen muchos padres y […]